El Mal de Ojo

Estuvimos fumando en la plaza dejando que la bala pasada se digiera
y la mami nos deje pasar a su casa, porque la semana pasada el juanca se mandó un condoro con una de las cabras. Desde ese día ya no nos quieren ni ver. No necesitan de nuestras veinte lucas entre cuatro. Le sacamos la cresta por gil. Cómo se te ocurre canalla de echarlo adentro. Ahora estamos a pura paja. La tarde se pasa rapidita; y el juanca se puso amarillo como papel, flaco y no come.

Estamos en la plaza fumando y esperando que la mami aparezca de la otra esquina y nos diga no hay problemas chicos, pueden pasar, un error lo comete cualquiera. Pero no fue así. Con este yeta al lado no habrá carne por buen rato. Ya parece que se estaba yendo para el patio de los callaos con su aspecto de perro flaco.

Antes que me vaya, la Susana me sacó un manojo de pendejos y dijo que me iba a hacer mal de ojo. No alcanzó a decirlo cuando ya tenía la pata tiesa. Al menos no estaba así por el coctel de manuelas, sino por la mala vibra que le tiraron al pobre. Hasta ya ni nos juntamos con los chiquillos ni pasamos por fuera de la casa con el temor que salga la vieja con garras de osos y nos depile la tula.

Fernando Botero

LA MISS SHILE TIENE 15

Corriendo en la calle/ dejando ver su colaless/ la muchacha muslos de yegua / Anda con sus amigas en el centro / Vitrineando con su Jumper /Que me gustaría ver en el pie de mi cama
A modo de ensayo tirarle los elásticos
Y dejarle rojo los cachetitos,
Huesuda quinceañera / cuando tenga veinte ya no tendrá gracia soñarla
Mientras salga de la puerta del liceo y porte una mochila
Será manjar ocular del taxista y profe/ maniquí de carne apretada
No importa raza ni color de su piel
Sólo que use corbata, faldita corta
Y amigas de iguales semejanzas
Burguesa flaitonga Pokemona o Mechera
Bajo el universo del pantalón priman conceptos geométricos
Puede que tenga opiniones políticas o religiosas
pero eso no interesa
Porque no tiene ni carne ni género.

La puerta negra que había en la esquina
Tiene su mejilla pintada con la saliva de los muchachos
patean la perra/ curaos se revelan a la noche
Y cantan por cien pesos la esperanza de revistas en rojo
fotocopiadas con dolor
Esa esperanza de barricada
que ponen cuando la rabia
Vuelve
Y les zamarrea la quijada con el pavimento
Cuando la cáscara de los corazones de los viejos otra vez
Se vuelve un concho más de resignación
Sin las vitrinas del centro/ ni la cicatriz nacional
Se ven entre ellos
por las calles
sin hablar sin tocarse sin discutir
Tiran piedras con el afán de ver a los guarenes
Aún sentados en la orilla del zanjón que no es la fuente de los deseos
Donde más de una vez se pitearon a una cabra
Y la tiraron amarrada al fondo de esta laguna café
No hay más flores para los deudos
Se ha acabado todo
Hay que buscar pega en la nueva salmonera
Así que a cortarle las mechas y lavarse los sobacos.